Vive un verano significativo con tus hijos

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Vive un verano significativo con tus hijos

¡Llegaron las vacaciones de verano! y los niños están felices por estar libres de las actividades académicas, pero como papás sentimos que empieza una temporada de caos y quizá llegue a estresarnos la idea de tratar de procurarles unas vacaciones felices, pero también “provechosas”.

El hecho de no tener tareas escolares hace que los niños se sientan libres y con la posibilidad de “hacer lo que quieran”, eso es principalmente lo que llama su atención de la temporada vacacional. Sin embargo, muchas veces este gusto podría ser muy corto, pues es común que empiecen a sentirse aburridos conforme pasan los días.

Recuerda que el descanso y los espacios para el libre esparcimiento son necesarios para liberar al cuerpo de la carga que significan los horarios establecidos, pero ¿Cómo encontrar un equilibrio para que las vacaciones no signifiquen un ocio eterno y aburrido para los niños, pero sin caer en el extremo de llenarlos de actividades que puedan estresarlos?

En primer lugar, debemos tomar en cuenta el papel que jugamos los papás durante esta temporada escolar. El día a día de las actividades escolares nos orillan a seguir una rutina rigurosa que nos permita cumplir con las obligaciones tanto a niños como adultos. Con las vacaciones, surge la oportunidad de ser más flexibles para dar prioridad a actividades lúdicas y sobre todo a la convivencia familiar.

Una mayor disponibilidad de ratos libres es una oportunidad para dar rienda suelta a la imaginación e inventar diversos juegos, realizar experimentos sencillos con elementos de la vida cotidiana para hacer pequeños descubrimientos, sembrar una planta y observar su crecimiento, organizar obras de teatro, entre muchas otras opciones, son ideales para sumar experiencias que los hagan pasar un rato entretenido y divertido.

Unas vacaciones memorables son posibles incluso sin tener que hacer un largo viaje. A veces sólo basta compartir un rato de juego. Aprovecha para sentirte niño de nuevo y verás que además de pasar un divertido momento, descubrirás mediante el juego las habilidades que tiene tu hijo en cuanto a la resolución de problemas y el trabajo en equipo, asimismo podrás observar si tiene algún punto débil en sus habilidades socioemocionales.

De acuerdo con la edad de los niños, es cuestión de creatividad para buscar actividades diferentes para cada día. Puedes aprovechar incluso el hecho de que se vive con menor presión durante las vacaciones para involucrar a los niños en las actividades del hogar, siempre con buena actitud, tomando en cuenta su edad y ofreciéndole opciones para elijan en qué actividad prefieren colaborar.

Procuren ratos para leer juntos. Recuerda que la lectura es una de las actividades que más fomenta su imaginación y enriquece su vocabulario. Además, una de las mejores formas de iniciar a un niño en la lectura es que un adulto le lea, así descubrirá la posibilidad de encontrar historias en los libros y en un futuro se acercará por sí mismo a ellas.

Las vacaciones escolares pueden ser vistas como una época para tener diferentes y divertidas experiencias, pero también llenas de aprendizaje o de lograr retos. Por ejemplo, son la época idónea para dominar la bicicleta, tomar aquellas clases de música que se habían postergado por los horarios escolares, el curso de robótica o teatro, aprender a nadar, etcétera.

Para este tipo de actividades es donde entran los cursos de verano. Diversos centros educativos suelen ofrecer cursos con actividades diversas para incentivar el desarrollo de habilidades en los niños, o simplemente para que pasen un rato agradable e interactúen con niños de su misma edad, conozcan lugares y vivan experiencias que los enriquezcan en un ambiente de juego.

Los cursos de verano son la posibilidad de tomar talleres con personal especializado para el desarrollo de habilidades artísticas o técnicas de diferente tipo. Incluso significan la posibilidad de ganar autonomía y aprender a tomar decisiones, pues al estar fuera de los ambientes comunes como la casa o la escuela, el niño experimenta sensaciones de libertad que le ayudan y le llevan a tomar decisiones para la sana convivencia.

Es importante que, al elegirlo, sea primordial la opinión del niño, ya que tomar en cuenta sus intereses y gustos será determinante para que las clases sean significativas para él y acuda con interés y con la mejor actitud. Por eso es importante que tomes en cuenta lo siguiente:

  1. Escuchar al niño.
  2. Tomar en cuenta sus gustos.
  3. Nivel de desarrollo del pequeño.
  4. Ser consciente de sus necesidades físicas y psicológicas.
  5. Observar su reacción ante sus nuevas actividades.

 

Por otro lado, es recomendable que visites previamente las instalaciones del lugar donde se llevará a cabo el curso, verificar las medidas de seguridad y conocer al personal que estará a cargo de los niños; además, revisa que el curso esté organizado por un lugar establecido y con buenas referencias, trata de investigar antecedentes y conocer las experiencias de otros niños o papás en el centro.

Recuerda que ninguna de las dos opciones está peleada con la otra, además de dar a tu hijo oportunidad de tener ratos de ocio, puedes elegir cuidadosamente junto con él, un curso de verano que estimule su imaginación, pero no olvides tampoco diseñar un plan de actividades en familia donde estén involucrados padres e hijos, con el fin de reforzar los lazos familiares.