¿Por qué tu tranquilidad significa productividad?
Los estudios más recientes en temas de recursos humanos y gestión de talentos, han demostrado que el tiempo de permanencia en una oficina, ni el cumplimiento estricto de horarios, está necesariamente ligado con mayor productividad.
Hoy en día, se sabe que el bienestar personal de cualquier colaborador puede rendir mayor cantidad de frutos en términos de eficiencia, que dará como resultados proyectos exitosos y empresas más sólidas. De ahí la tendencia actual hacia incentivar el equilibrio de vida familia-trabajo.
Este tema parece un reto mayor cuando se trata de mujeres, un género que, por cuestiones culturales, aún están relacionadas de forma más directa con roles preestablecidos como tareas relacionadas con el hogar, así como el cuidado de los niños o la responsabilidad de su educación y atención.
Sin embargo, son cada vez más empresas las que se suman a unir esfuerzos para abonar al desarrollo de los colaboradores, mediante programas que garantizan su tranquilidad y bienestar personal, mediante programas como guarderías corporativas o centros de desarrollo infantil especializados, flexibilidad de horarios, entre otros.
Bienestar personal, la tendencia en la gestión de talentos
La gestión de recursos humanos es un concepto que, si bien lleva casi un siglo de existencia desde las áreas de la economía política y las ciencias sociales, ésta ha ido evolucionando a la par de comprender cada vez más su importancia como uno de los elementos clave para la estabilidad de cualquier organización, de ahí que la tendencia de los últimos años, además de enfocarse en el reclutamiento y capacitación del personal esté encaminada en gran medida hacia la retención de talentos a través del desarrollo de programas de bienestar que impactan positivamente la vida de los empleados.
La demanda de estrategias innovadoras enfocadas en atraer, desarrollar, motivar y retener a los trabajadores se ha presentado en los últimos años simultáneamente con el aumento en las cifras de mujeres que se han incorporado al mercado laboral, así como cambios en los roles familiares, en donde tanto hombres como mujeres se involucran en el cuidado y la educación de los hijos.
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) revela que, en los últimos diez años, aumentó en 25 por ciento el número de mujeres que se incorporaron al mercado laboral en México. Por otro lado, la estadística da cuenta que el 73 por ciento de las mujeres trabajadoras en nuestro país son madres.
Esta idea ofrece un panorama sobre las prioridades emocionales de los trabajadores, quienes tienen dentro de sus responsabilidades primordiales, sin lugar a duda, el cuidado y la educación de sus hijos. De ahí que las empresas contemporáneas, tienen la necesaria tarea de sumar esfuerzos para hacer de los espacios laborales áreas cada vez más incluyentes y con mayores oportunidades, pero que también ofrezcan opciones para la tranquilidad y bienestar de sus empleados.
Dado este panorama, la gestión de recursos humanos deja de ser entendida como el hecho único de atraer personal, para mostrar una visión más amplia que engloba otros procesos como el desarrollo y retención de talentos, mediante programas de reconocimiento, desarrollo profesional, competencias y bienestar personal, incluso prestaciones sociales que contribuyan a fomentar el sentido de compromiso y lealtad de los equipos de trabajo.
De acuerdo con cifras de OCC Mundial, los empleados en general pueden llegar a ser hasta 300 por ciento más innovadores y productivos cuando tienen bienestar laboral y personal, un tema que fundamentalmente está relacionado con la salud, el equilibrio de vida familia-trabajo, así como el desarrollo personal y profesional. Cuando este programa está bien estructurado e implementado, tendrá como resultado mayor compromiso con el centro laboral, de acuerdo con estudios de organizaciones como Great Place to Work.
Una buena gestión de talento tiene que ver también con posicionar a la empresa como un espacio que se preocupa para el desarrollo integral de las personas. Esto se logra con la creación de una cultura laboral mediante programas que incluyan prácticas que redundan directamente en aspectos de la vida personal de las personas como el bienestar familiar.
Ejemplos de este tipo existen diversos y tienen que ver con el hecho de otorgar días libres en fechas de eventos familiares, beneficios sociales, convenios o prestación de guarderías o escuelas, entre otros, que se suman a la posibilidad de contar con horarios flexibles, oportunidades de descanso y esparcimiento al interior de la empresa.
Formar parte de una organización donde su principal eje rector sea el respeto por el talento, permitirá a los trabajadores identificar e identificarse con valores importantes como la igualdad y la dignidad, lo que generará mayor empatía y lealtad hacia la empresa, al mismo tiempo que contribuye a una menor rotación de personal y a su vez a un negocio consolidado y con amplias posibilidades de estabilidad y expansión.
Las empresas que cuentan con este tipo de programas enfocados al bienestar de sus empleados son reconocidas como Empresas Familiarmente Responsables (EFR), por tener como objetivo principal elevar la productividad poniendo énfasis en que los trabajadores encuentren igualdad de oportunidades y puedan cumplir con sus obligaciones familiares.
Un buen programa de salario emocional debe sobre todo ser visto por los empleados como un plan integral donde el elemento rector de la empresa sea la responsabilidad de elegir programas y proveedores de servicios que cumplan con altos estándares de calidad, capaces de promover su bienestar y su tranquilidad.