¿Cómo enseñar a los niños a ser equitativos y justos?
Ser justos y equitativos en la escuela y en la vida cotidiana es un concepto difícil para nuestros hijos pequeños, pero si utilizamos recursos para que aprendan a compartir, entenderán que su derecho a disfrutar de algo es exactamente igual al derecho de los demás.
Tanto en casa, en la escuela y en cualquier espacio de convivencia con niños de su misma edad, es recomendable explicar que lo ideal es compartir desde el tiempo y la atención de los adultos, hasta los juguetes y materiales; aprender a tomar turnos y a negociar para repartir equitativamente.
Vivimos en una sociedad de insuficientes recursos y de repartición inequitativa y sin querer, a veces, enseñamos a nuestros hijos que, si no hacemos “trampa” o si no somos agresivos, no se triunfa en la vida.
Para empezar a explicar a los niños sobre la equidad y la justicia, podemos empezar por explicarles que, en los diferentes espacios como la escuela y la casa, existen reglas que debemos cumplir para tener una convivencia sana, y que, si éstas no son respetadas, se tienen consecuencias que repercutirán en su vida social.
- Mediante el ejemplo, podemos enseñarles a tratar a las personas de manera apropiada, sin permitir que tus creencias o sentimientos personales interfieran con tus decisiones acerca de la gente: es darles una oportunidad a todos, sin discriminar por ningún motivo.
- Enseñarles que cosechas lo que siembras, es decir, que nuestros actos y decisiones tienen consecuencias. Si podemos transmitir esta idea a los hijos desde pequeños, van a tener mucho mejor manejo del conflicto, del enojo y la culpa a lo largo de toda la vida.
- Utilizar algunos ejemplos para reflexionar con los niños:
- Si te acuestas más tarde, te levantas de mal humor y cansado.
- Si comes sólo comida chatarra, no tienes energía para correr o concentrarte.
- Si dejas estos juguetes tirados, lo primero que vas a hacer mañana es guardarlos, en lugar de ocuparte en algo más atractivo.
- Si gastas tu dinero en forma impulsiva, siempre en cosas pequeñas, nunca podrás ahorrar lo suficiente para comprar lo que realmente quieres.
- La sugerencia es que, ya que los niños entendieron las consecuencias negativas, cambies el vocabulario para enfocarlo a lo positivo: “cuando te acuestas a buena hora, siempre te levantas de buen humor”.
Como papás debemos ser conscientes que en la medida que nuestros niños entiendan que cada persona es diferente y tiene necesidades particulares, serán más empáticos y esto les permitirá tener una serie de oportunidades en cualquier circunstancia de su vida.